
Decían que era un grupo unido, decían que ya era cada vez mas difícil nominar, que no había motivos para hacerlo, que no sabían cómo iban a nominar la última vez, ya que el cariño que se tenían era tan grande que era casi cruel el deber que tenían de ingresar al confesionario y elegir a tres personas.
Sin embargo, todos esos dichos y pensamientos se exponían en grupo, cuando todos estaban presentes o en el mismo momento en que gran hermano les hablaba gala tras gala.
Parece que todo es puro cuento, alguien nominó espontáneamente, alguien no tuvo problemas para nominar y elegir a dos personas, porque sabe que es un juego. Y ni hablemos de los otros que se mueren de ganas por entrar y nominar espontáneamente pero no lo hacen, no porque no lo sientan sino porque saben que está mal visto y piensan que la gente los condenaría.
Es decir, alguien fue sincero a lo que siente, alguien entró e hizo lo que todos tienen ganas de hacer pero se lo reprimen para quedar bien ante la gente.
Ahora bien, ¿quien es más auténtico?, ¿el que asume que esto es un juego y actúa en consecuencia o el que reprime su lado sincero de querer ganar para inventar el rol de una persona que no piensa en el juego y que no le importa?.